Nuestro Colegio

Perfil del alumno

UN SER HUMANO INTEGRAL

DIMENSIÓN INTELECTUALxxx

Participa activamente en la construcción de su propio aprendizaje.

Tiene conocimientos científicos, humanísiticos y tecnológicos para la Educación Superior.

Lee, escribe, habla y expresa sus ideas con coherencia.

Maneja el idioma Inglés a nivel intermedio y la tecnología de la información como herramientas de aprendizaje.

Se identifica con nuestra realidad pluricultural.

Genera sus propios planes y proyectos de vida y se responsabiliza de los efectos de dicha acción.

Domina métodos y técnicas de estudio.

Asume una actitud investigadora, crítica y reflexiva ante las diferentes situaciones que se le presentan en la vida.

DIMENSIÓN VALORATIVA

Es crítico, creativo, reflexivo y emprendedor.

Se valora como persona respetándose a sí mismo y a los demás.

Cultiva una sexualidad humana sana, integrando las dimensiones: biológica, psicológica, social y espiritual.

Aprecia y protege su medio natural y cultural.

Es emocionalmente equilibrado al relacionarse y comunicarse con los demás.

Asume con responsabilidad las consecuencias de sus acciones, proyectándose hacia el futuro.

Se identifica y participa voluntariamente en las actividades del colegio.

Trabaja en equipo, propone normas de convivencia, las cumple y las hace cumplir.

Practica la puntualidad y hace buen uso de su tiempo libre.

Valora la familia como escuela que forma para la vida.

Practica buenos modales en toda circunstancia.

Posee profundos valores que orientan su vida personal, cívica y social e incluso su actuar político.

Es amigo sincero y leal.

DIMENSIÓN PSICOMOTORA

Conoce, domina y controla su cuerpo.

Practica y se compromete con el deporte.

Es disciplinado y perseverante en las actividades deportivas.

DIMENSIÓN ESPIRITUAL 

Ama a Dios y lo reconoce como el autor de todo lo creado.

Conoce y ama a Jesús.

Participa libre, activa y responsablemente en la vida sacramental. Vive con alegría y esperanza cristiana.

Conoce a San Vicente de Paúl, asume su espiritualidad y desde allí proyecta su compromiso cristiano en la vida.

Defiende la vida como Don de Dios.

Siente amor por lo pobres y se solidariza con ellos, reconoce las causas de la pobreza y se esfuerza por cambiar las situaciones injustas.

Misionero y evangelizador en su hogar, en el colegio y en otros lugares y ambientes, especialmente con los más necesitados.

Reconoce y ama a María como Madre y modelo de fe.

Dispuesto a descubrir y asumir su vocación cristiana (matrimonio, soltería, vida consagrada) como realización personal y de servicio.